Tras el abonado de fondo que se aplica en invierno, y la fertilización propia de la primera parte del ciclo de cultivo, llega el momento de la cuaja y con ella unas nuevas necesidades y técnicas de fertilización para viñedos en verano.
En este artículo hablamos de cómo debe ser la fertilización para viñedos en verano y cuáles son las mejores técnicas de fertilización para fomentar una producción óptima de las uvas.
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Ciclo de crecimiento del viñedo en verano
Durante el verano, el viñedo se encuentra en una fase clave para la formación y maduración del fruto. Después de la floración, que suele ocurrir entre finales de primavera y principios de verano, la vid experimenta un crecimiento acelerado de los racimos y comienza el proceso de maduración de las uvas, en una fase que se conoce como «envero».
En esta etapa, las necesidades nutricionales de la viña cambian. Aunque el nitrógeno es importante para el desarrollo vegetativo inicial, en verano es fundamental ajustar las dosis de nutrientes para favorecer la maduración de las uvas.
Nutrientes clave para la vid en verano
Para obtener una buena cosecha, es necesario ajustar la fertilización de los viñedos en verano a las necesidades especificadas del cultivo. A grandes rasgos, estos son los nutrientes que más demandan los viñedos durante la temporada estival:
- Fósforo (P). Junto al aporte de ácidos húmicos y fúlvicos, los fertilizantes ricos en fósforo fomentan la formación de raíces nuevas. El fósforo es especialmente importante a final de la primavera.
- Nitrógeno (N). Después de la cuaja, el fósforo queda en un segundo plano y el viñedo demanda mayor cantidad de nitrógeno, que fomenta el desarrollo foliar y el engorde de los frutos.
- Potasio (K). El potasio es uno de los nutrientes más importantes en la fertilización para viñedos en verano, ya que influye directamente en la acumulación de azúcares en las uvas, lo que afecta la calidad del vino. Este macronutriente también ayuda a regular el transporte de agua en la planta, lo que es crucial en épocas de altas temperaturas y estrés hídrico.
- Calcio (Ca): El calcio ayuda a fortalecer las paredes celulares y es importante para prevenir el agrietamiento de los frutos. Además, contribuye a mejorar la resistencia de la planta frente a condiciones de estrés ambiental, como el calor excesivo.
- Magnesio (Mg): Fundamental para la fotosíntesis, el magnesio contribuye a la producción de azúcares y mejora el rendimiento general de la vid. Su deficiencia puede reducir la capacidad de la planta para generar energía, lo que afectará negativamente la maduración de las uvas.
Las mejores estrategias de fertilización en verano para el viñedo
El principal objetivo de la fertilización en verano es asegurar que las plantas tengan acceso a los nutrientes necesarios para completar su ciclo de maduración.
Fertirrigación
La fertirrigación es una de las técnicas más efectivas para aplicar fertilizantes en verano. A través de esta técnica, los nutrientes se disuelven en el agua de riego y se distribuyen directamente en la zona radicular de las plantas. Esto no solo permite una absorción más eficiente de los fertilizantes, sino que también ayuda a mantener la hidratación de la vid en épocas de calor.
Fertilización foliar
La fertilización foliar es una técnica complementaria que permite suministrar nutrientes directamente a las hojas de la vid. Es útil especialmente para corregir deficiencias puntuales de micronutrientes o cuando las condiciones del suelo no permiten una absorción adecuada de nutrientes.
Aplicaciones de fertilizantes foliares ricos en potasio, magnesio y calcio durante el verano ayudan a mejorar la calidad de los frutos y combatir el estrés por calor. Sin embargo, es importante aplicar estos fertilizantes a primera hora de la mañana o al final de la tarde para evitar quemaduras en las hojas debido a las altas temperaturas.
Ajuste del riego
El riego es un factor crucial para optimizar la fertilización en verano. Las altas temperaturas pueden aumentar la evapotranspiración, por lo que es fundamental asegurar que las vides tengan acceso a suficiente agua para absorber los nutrientes de manera efectiva. En este sentido, el riego por goteo es ideal, ya que permite una aplicación controlada de agua y fertilizantes en la zona radicular.
Conclusión
La fertilización del viñedo en verano es un proceso clave para asegurar la cosecha de uvas. Durante esta etapa, es fundamental ajustar la nutrición de la planta, prestando especial atención a nutrientes como el potasio, el magnesio y el calcio, que juegan un papel esencial en la maduración y calidad del fruto.
Al implementar técnicas como la fertirrigación, la fertilización foliar y el manejo adecuado del riego, los viticultores pueden optimizar la fertilización y garantizar un buen rendimiento del cultivo.
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