La carencia de boro en cultivos es uno de los desequilibrios nutricionales más comunes y, a la vez, uno de los más difíciles de detectar antes de que sus consecuencias puedan afectar gravemente a las plantas. Por eso es tan importante saber qué causa la deficiencia de boro, cómo podemos prevenirla y qué síntomas tempranos pueden informarnos de que algo no va bien en nuestros cultivos.
¿Por qué es importante el boro en los cultivos?
El boro es un micronutriente, que las plantas requieren en pequeñas cantidades, pero esto no quita que sea un elemento esencial para su correcto desarrollo. De hecho, una deficiencia de boro leve puede afectar la floración, la fructificación o incluso la calidad final de la cosecha.
Esto se debe a que el boro participa en procesos vitales como la formación de paredes celulares, la germinación del polen, el transporte de azúcares y la síntesis de proteínas. Así que sin este elemento, las plantas no pueden mantener una estructura firme ni realizar correctamente el movimiento de carbohidratos y nutrientes.
Además, el boro influye directamente en el crecimiento de los tejidos jóvenes: raíces, brotes y flores. Por eso, su déficit suele manifestarse primero en las partes nuevas de la planta.
En cuanto a la disponibilidad del boro, esta depende de varios factores, como el pH del suelo, la textura, la materia orgánica y la humedad. Por ejemplo, en suelos arenosos o con pH alcalino, el boro se vuelve menos disponible, lo que aumenta el riesgo de deficiencia.
Síntomas de la carencia de boro en cultivos
Reconocer los síntomas de carencia de boro a tiempo es fundamental para evitar daños irreversibles. La deficiencia se manifiesta de forma distinta según el cultivo, pero existen algunas señales generales que puedes detectar con una simple observación:
- Hojas jóvenes deformadas o quebradizas, con aspecto coriáceo o marchito.
- Retraso en el crecimiento de tallos y raíces, con aparición de necrosis en los brotes terminales.
- Floración irregular o caída de flores sin llegar a fructificar.
- Frutos deformes, agrietados o de mala calidad, especialmente en hortalizas y frutales.
- En cultivos de raíz, como remolacha, zanahoria o nabo, se observan raíces huecas o con necrosis interna.
Por ejemplo, en el olivo la falta de boro puede provocar una mala formación del fruto y menor producción de aceite; en el maíz, la disminución del tamaño de las mazorcas; y en el tomate o el pimiento, malformaciones florales y abortos de fruto.
Causas comunes de la deficiencia de boro
La carencia de boro en cultivos no siempre se debe a la falta total de este elemento en el suelo, sino a condiciones que limitan su absorción. Las causas más frecuentes son:
- Suelos alcalinos (pH > 7), que reducen la solubilidad del boro.
- Suelos arenosos o muy lixiviados, donde el agua arrastra fácilmente los micronutrientes.
- Baja materia orgánica, que disminuye la retención de boro.
- Épocas de sequía prolongada, que impiden la movilidad del elemento hacia las raíces.
- Exceso de calcio o potasio, que compite con la absorción de boro.
Es importante conocer la composición del suelo, por ejemplo mediante un análisis agronómico, que te ayudará a determinar si la falta de boro es real o si hay otros factores limitantes.
Cómo corregir la carencia de boro
La mejor forma de corregir la deficiencia es mediante el uso de fertilizantes con boro o correctores de carencias. Estos productos aportan el micronutriente en formas asimilables y rápidas, ya sea por vía foliar o radicular.
Los abonados foliares son especialmente eficaces cuando se necesita una respuesta rápida, por ejemplo, durante la floración o el cuajado del fruto. En cambio, los fertilizantes de suelo ofrecen una solución más duradera, especialmente si se aplican de forma preventiva antes de la siembra o en fertirrigación.
Entre los productos más utilizados destacan:
- Boro etanolamina: soluble, de rápida absorción y con bajo riesgo de fitotoxicidad.
- Boro boroetanolamina o boratos sódicos, adecuados para tratamientos foliares.
- Mezclas NPK con boro, que permiten un aporte equilibrado junto a otros nutrientes.
En Nevian Fertilizantes, puedes encontrar fertilizantes con boro y correctores de carencias como Nevamicro Bomag, diseñados a medida para cada tipo de cultivo y suelo, garantizando una nutrición equilibrada y un mejor rendimiento.
Cómo prevenir futuras carencias de boro
Una gestión adecuada del suelo es la mejor estrategia para prevenir carencia de boro en cultivos y otras deficiencias. Por lo que es clave mantener una buena materia orgánica, evitar riegos excesivos y controlar el pH del suelo para mantenerlo en niveles ligeramente ácidos o neutros.
También es recomendable realizar aplicaciones preventivas en momentos críticos del cultivo como la brotación, floración y cuajado de frutos, fases donde la demanda de boro es mayor.
Conclusión
Detectar y corregir la carencia de boro en cultivos a tiempo puede marcar la diferencia entre una cosecha débil y una producción abundante. Y que como te hemos explicado en este post, este micronutriente es esencial para la estructura, floración y fructificación de las plantas, y su falta compromete el rendimiento.
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