La relación de nutrientes que se encuentran en el suelo es uno de los motivos por los que los suelos son materiales tan complejos, tanto en estructura, como en composición. Hoy hablamos de la relación de nutrientes de Mulder y Liebig, dos grandes descubrimientos para la nutrición vegetal. ¿Te suenan?
¿Qué es el Diagrama de Mulder?
Publicado por primera vez en 1953 por D.Mulder, en la publicación “Les elements mineurs en culture fruitière”, el Diagrama de Mulder se convirtió en un hito de la comprensión química del suelo.
Se trata de un diagrama que representa once de los elementos más importantes en la nutrición vegetal (los nutrientes de Mulder) y los relaciona entre sí de estas dos maneras:
- Relación de Antagonismo: Los elementos que se unen con la flecha de antagonismo representan que la presencia de un elemento en el suelo causa que el otro resulte más complicado de absorber por la planta.
- Relación de Sinergia: Cuando dos elementos se unen por una flecha de sinergia, significa que la presencia de uno de ellos facilita la absorción por parte de la planta del segundo elemento.
Según la dirección de la flecha, podremos saber qué elemento afecta y cual es el afectado.
¿Qué es la ley del mínimo de Liebig?
Al igual que la relación de nutrientes de Mulder, la relación de nutrientes de Liebig también supuso un importante impacto en la ciencia de la agronomía y la plantación de cultivos.
La Ley del Mínimo fue publicada en 1873 por el químico alemán Justus von Liebig, padre de la industria de los fertilizantes. Con esta idea trató de explicar que la salud de los cultivos no estaba controlada por la cantidad total de nutrientes disponibles en el suelo, sino más bien por la proporción de estos. Y particularmente, por el más escaso en proporción de los factores responsables del desarrollo de la plantas.
Esta ley, conocida también como ley de los rendimientos decrecientes establece que la producción de un cultivo, animal o cualquier otro sistema biológico está limitado por el nutriente o factor limitante más escaso. Esto significa que, incluso si todos los demás factores están presentes en un nivel adecuado, un solo factor limitante puede evitar que el sistema alcance su máxima productividad.
Conocer la situación del suelo para hacer un buen abonado de tu cultivo
La relación de nutrientes de Mulder y Liebig nos dejan claro la importancia de hacer análisis del suelo si queremos conseguir un buen rendimiento del abono, así como un ahorro de costes con la fertilización del cultivo.
Es común caer en el error de sobre abonar o abonar sin tener en cuenta las relaciones entre los elementos disponibles en la tierra. Con lo que un elemento en alta proporción impide la absorción de otro que está presente en una cantidad menor.
Desde Nevian Fertilizantes podemos hacer un abono a medida de tus necesidades, teniendo en cuenta los análisis del suelo del cultivo.
Contacta con nosotros para más información sobre nuestros fertilizantesy fertilizantes a medida, somos fabricantes de fertilizantes.