Las algas como fertilizantes en agricultura

Las algas como fertilizantes en agricultura

¿Sabías que las algas son importantes fertilizantes en agricultura? Estos organismos fotosintetizadores de organización sencilla que prosperan en ambientes acuáticos están emergiendo como una fuente invaluable de fertilizantes en la agricultura moderna. Aunque su uso data del siglo XIX, cuando las comunidades costeras recolectaban algas pardas para enriquecer sus suelos, fue en el siglo XXI cuando este recurso natural comenzó a recuperar su prominencia. En este artículo de Nevian Fertilizantes, exploraremos las diversas clasificaciones de algas y nos sumergiremos en la importancia de integrarlas en la agricultura para ir hacia prácticas agrícolas más sostenibles.

Lectura sugerida: Cómo hacer un uso responsable de la fertilización

Clasificación de algas

Las algas, pertenecientes al reino protista, se dividen en ocho grupos, cada uno con características diferentes:

  1. Cianófitos: Organismos unicelulares que prosperan en el agua y, en algunos casos, en tierra, contribuyendo a la fijación de nitrógeno atmosférico.
  2. Euglenófitos: Algas de estructura sencilla con flagelos, capaces de cambiar de forma y reproducirse por división longitudinal.
  3. Pirrófitos: Mayormente unicelulares, con dos flagelos de diferente longitud, algunas con una vida parasitaria o depredadora.
  4. Clorófitas: Conocidas como algas verdes, tanto unicelulares como pluricelulares, que se reproducen por división celular o fusión de gametos.
  5. Carófitos: Algas complejas, mayormente verdes, comunes en orillas de ríos y lagos, que se reproducen sexual o vegetativamente.
  6. Feófitos: Algas de gran tamaño, de color marrón o pardo, típicas de ambientes acuáticos salinos.
  7. Rodófitas: También llamadas algas rojas, adaptadas a grandes profundidades marinas, con complicados ciclos de alternancia de generaciones. 

La importancia de las algas en la agricultura

Investigaciones de una destacada universidad chilena destacan la relación entre las algas y la agricultura. Al aplicar algas o sus derivados al suelo, se desencadenan reacciones enzimáticas catalíticas reversibles, mejorando la calidad del suelo y estimulando el crecimiento de las plantas. Las algas, con propiedades superiores a los fertilizantes convencionales, liberan gradualmente nitrógeno y son ricas en microelementos, contribuyendo a una agricultura sostenible.

Utilización de algas como fertilizante

Las algas, como la Ascophyllum nodosum, Fucus serratus y Laminaria, se han convertido en aliadas indispensables en el cultivo de patatas, alcachofas, cítricos, orquídeas y pastos. Su elevado contenido en fibra, nutrientes, aminoácidos, vitaminas y fitohormonas vegetales las posiciona como acondicionadores del suelo y promotoras de la retención de humedad.

Las algas verdeazuladas, a pesar de su menor capacidad en fijar nitrógeno que las leguminosas, ofrecen una alternativa de bajo costo en países como la India y el Sudeste Asiático, mejorando la producción de arroz de manera sostenible. Además, los extractos líquidos de algas están ganando popularidad, actuando como bioestimulantes e insectífugos en la agricultura ecológica, promoviendo mayores rendimientos y resistencia a plagas.

Un futuro más sostenible con Nevian Fertilizantes

En este panorama de cambio hacia una agricultura más sostenible, Nevian Fertilizantes lidera la innovación al aprovechar la biodiversidad de especies de algas. Sus productos, desarrollados a través de la biotecnología, ofrecen soluciones prácticamente ilimitadas para la agricultura moderna. Desde mejorar la calidad del suelo hasta aumentar la resistencia de las plantas, Nevian Fertilizantes representa la convergencia perfecta entre la ciencia y la sostenibilidad.

Conclusión

El papel de las algas, como acondicionadores de suelo, fuentes de nutrientes y bioestimulantes está transformando la forma en que cultivamos nuestros alimentos. Con Nevian Fertilizantes a la vanguardia de esta revolución, el futuro de la agricultura se presenta más prometedor y sostenible que nunca. Adoptar prácticas agrícolas que respeten la biodiversidad y el equilibrio del ecosistema es el camino hacia cosechas saludables y respetuosas con el medio ambiente.

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